Existen muchos testimonios de alumnos míos que han logrado aprenderinglés con mis cursos de sencillo aprendizaje, y el día de hoy tecompartiré el bienestar que puedes experimentar si decides aprenderlo tú también.
La vida de mi padre
Es un hecho que el idioma inglés cambia tu vida. Hoy voy a contartecómo el inglés cambió la vida de mi padre. Mis padres son de origenmexicano, y como muchos de ustedes lo saben, los sueldos en Méxicopara el que no tiene educación académica, realmente son muy peromuy bajos. Las rentas y los alimentos están tan desproporcionados quecon un sueldo básico, no te ajusta para tener lo indispensable.
Mi padre a la temprana edad de 18 años, decide casarse con mi madre.Después de estar casado por unos años con mi madre, se da cuentade la cruda realidad que es mantener un hogar con un sueldo que noalcanza. La falta de recursos motivó a mi padre a emigrar a los EstadosUnidos de América para buscar un mejor futuro para su familia.
Ir a losEstados Unidos de América no es una tarea fácil para quien no tieneuna forma legal de visitar el país, así que arriesgando su vida y la de suesposa que ya estaba embarazada de su tercer hijo, cruzo la fronteracomo todo inmigrante.Después de 2 años de haber llegado al país se encontraba aún másfrustrado que cuando vivía en México, porque aunque gana en dólares,todo era más costoso para alguien que tiene un sueldo mínimo.
Así que resultó igual o peor que vivir en su país, ya que se encontrabaalejado tanto de sus padres como de sus hermanos. Y para adquirir unbuen empleo era necesario poder comunicarse en inglés. Para el colmode sus males, a mi padre no le gustaba el idioma inglés, como es elcaso de muchos, pero no le quedó más alternativa que aprenderlo sirealmente quería cambiar su situación económica. Así que tomó ladecisión de estudiar el idioma inglés.
Se inscribió en una escuela de idiomas y estudió por aproximadamenteun año. ¿Y valió la pena? Por supuesto que valió la pena, porque logró adquirir un buennivel de inglés. Poco después de terminar sus estudios, por finconsiguió un mejor empleo como operador de máquinas y lo mejor detodo, inició ganando 4 veces más de lo que había ganado desde queemigró a los Estados Unidos de América. Su esfuerzo por fin habíarendido los frutos que él tanto había deseado.
Por hablar inglés, logró dar una mejor calidad de vida a su familia yademás logró en el año 1994 adquirir su visa para él, mi madre y mis dos hermanos mayores. Suesfuerzo también trajo la bendición de que 3 de sus hijos nacieran enlos Estados Unidos de América, y por lo tanto, somos ciudadanos.
Como puedes ver, el inglés ayudó a mi padre a lograr un sueldo muchomás digno para lograr otorgar un mejor futuro a su familia,asegurando para su esposa e hijos, el buen vestir, el buen comer, y untecho para vivir.Gracias al esfuerzo de mi padre, durante mi crecimiento, nunca sufrí nila falta de vestir ni la falta de alimento. Estoy muy agradecido por elgran esfuerzo que él llevó a cabo para nuestra familia. Gracias papá.
LA CHICA QUE SE CASÓ CON UN GRINGO
Tengo varios testimonios de alumnos míos que se beneficiaron poraprender el idioma inglés, y hoy te voy a contar el caso de una alumnaque también logró uno de sus más grandes sueños de vida.Cuando un alumno llega por primera vez a mi salón de clases, megusta preguntarle su motivo por el cual quiere hablar inglés. Esto lohago para descubrir si tiene un objetivo real y para saber siverdaderamente logrará aprender el idioma.
Cuando una persona tieneclaro el motivo para aprender, el motivo en sí, lo lleva hacer todo loque se necesita para aprender el idioma sin poner ningún tipo deexcusa. Por darte un ejemplo cómico, si yo le indico que para aprender inglés necesita usar piyama y ponerse de cabeza, de seguro lo hace sincuestionar mis sugerencias.
No utilizaré el nombre real de mi alumna,pero la llamaré Rosa. Cuando Rosa llegó a mi salón de clases y le hicela pregunta que a todos hago, ella contestó que su sueño más preciadoera casarse con un gringo (estadounidense). Sabemos que el términogringo no es correcto, pero esas fueron las palabras que ella utilizó.Al ver que su sueño la motivó a inscribirse a la escuela donde yo dabaclases en ese entonces, le dije claramente lo que debía hacer paralograr ser bilingüe. Estuvo estudiando por aproximadamente 7 meses, yya había adquirido un nivel decente de inglés.
No el 100%, pero losuficiente como para tener conversaciones básicas en inglés. Un díallegó a clases muy emocionada y su rostro radiaba de alegría. Lepregunté que por qué tanta emoción. Me dijo entonces que el fin desemana había visitado un restaurante bar familiar donde había músicaen vivo. Fue ahí donde conoció a un estadounidense que se acercó aella y le sacó plática. El estadounidense sorprendido de su nivel deinglés, se quedó platicando con ella casi toda la noche hasta quecerraron el restaurante.
Intercambiaron números de teléfono y mantuvieron una relación adistancia por unos meses. Entonces “John” de buenas a primeras,decide pedirle matrimonio y por supuesto ya sabemos lo que ellarespondió. Fue un rotundo - Sí -. Antes de irse a los Estados Unidos deAmérica, fue a visitarme para agradecerme que le hubiera enseñado elidioma, que gracias a que hablaba inglés, logró uno de sus máspreciados sueños de vida. Le dije que no tenía nada qué agradecerme,ya que ella había sido la que puso un verdadero esfuerzo de aprender.
La cruda realidad es, que muchos no lograr aprender el idioma inglés,pero esto se debe a la falta de algo que motive al alumno el quereraprenderlo. Ella lo logró no gracias a mí, aunque yo fue una guía, lo conciguió gracias asu verdadera convicción de querer aprender el idioma. ¡FelicidadesRosa por tu gran esfuerzo y logro de vida que pocos alcanzan! Sin lugar a duda, estoy seguro que tú, al igual que Rosa, lograrás hablaringlés con fluidez, con confianza, con claridad y correctamente.
LA VIDA DEL INGENIERO
En una ocasión se inscribió un ingeniero, que llamaré Martín, el cualdeseaba crecer dentro de la empresa donde laboraba. El caso es que laempresa le podía pagar a él hasta $35,000 ($1,750 USD) pesosmensuales, pero lo único que impedía eso, era que la empresanecesitaba que, además de sus aptitudes actuales, hablara el idiomainglés.
Cuando llegó a mi salón de clases, ya contaba con un nivelbásico del idioma y siempre se conformó con eso, hasta que se vio enla necesidad de aprender más por la oportunidad laboral de ganarmucho más. Además él tenía competencia porque en la empresaestaba ya una persona que sí hablaba inglés, pero no tenía losconocimientos necesarios para ejercer el puesto.Por otro lado, Martín, contaba con los conocimientos necesarios, perono tenía el nivel de inglés para el puesto.
Todo apuntaba que laempresa pagaría al que ya hablaba inglés la capacitación paraotorgarle el ascenso. Eso preocupaba a Martín, porque por la falta delidioma inglés, se le iba ir de las manos la gran oportunidad de ganarmás. Martín ya desesperado de que se le fuera la oportunidad, le dijo asu superior, que se comprometía a estudiar inglés para que le dieran eltrabajo a él. Su superior le prometió que si lograba hablar inglés en nomás de 6 meses, le daría el puesto.
Llegó conmigo angustiado y mepreguntó que si era posible hablar inglés en 6 meses.Después de evaluar su nivel de inglés, mi respuesta fue que sí eraposible si se lo proponía diligentemente. Al igual que mi padre y Rosa,Martín tenía una motivación para dar todo su esfuerzo en elaprendizaje. Para lograrlo, Martín tuvo que estudiar y practicar por 2horas diarias de lunes a domingo sin descanso. No puso ninguna excusa cuando supo lo que tenía que hacer para lograr su meta.
6meses después me habla al celular y me preguntó que si me gustaba eltequila o whisky. Cuando le dije que el whisky, me dijo que cuál era mipreferido. Después de decirle, me dijo que iría a la escuela porque metenía una buena y mala noticia.Unos minutos más tarde llegó a la escuela. La buena noticia era que lehabían dado el puesto, y la mala noticia era que dejaría la escuela. Yo ledije; No es una mala noticia Martín. Te extrañaremos, pero la realidades que lograste, gracias a tu gran esfuerzo, adquirir aquello que tantodeseabas. Solo con disciplina y responsabilidad, se logran las metas devida.
Me despedí de él con un fuerte abrazo. Por cierto, cada año pasaba a la escuela a dejarme mi botella de whisky favorita. ¡Felicidades Martínpor lograr uno de tus sueños de vida!
CÓMO CAMBIÓ MI VIDA
En el año 2007, el país de los Estado Unidos de América sufrió unimpacto económico, y a causa de eso, perdí mi casa, mi carro, y miempleo. Me encontraba desesperado y no sabía qué hacer. Teníaentendido que en México se podía vivir con mucho menos dinero queen los Estado Unidos de América, así que decidí mudarme al estado deJalisco.Llegué a finales del año 2008. El primer problema que enfrenté alllegar, fue que no podía conseguir un trabajo porque no teníadocumentos mexicanos ya que soy estadounidense.
En otras palabrasera un inmigrante. Pero la hermosa ventaja de estar en México, es quepuedes hacer un sinfín de cosas para conseguir ganarte la vida.Una de ellas es limpiar vidrios de automóviles, vender lonches en lacalle o brindar servicios particulares. Así que decidí experimentar porprimera vez lo que es ser auto empleado. Así que me propuse a vender hamburguesas y hot-dogs. Estaba muy contento porque porprimera vez no tenía un patrón, ni horario de entrada ni salida fijo. Yodecidía a qué hora iniciaba a trabajar.
Otra cosa interesante, es quecomo vendedor de hamburguesas, ganaba mucho más de lo quepensaba. En realidad les va muy bien a las personas que se dedican a laventa de comida callejera.Estaba ganando en promedio $400.00 ($20 USD) pesos diarios. Incluso,hoy día, es suficiente para pagar tu renta y tus cuentas del hogar.Existen muy pocos empleos donde te pagan eso al día. Después detrabajar como vendedor de comida callejera por alrededor de un año,me puse a pensar que aunque ganaba bien, no era lo que yo queríahacer el resto de mi vida, así que me aferré a buscar un empleo.
Después de tramitar mi recidencia mexicana, conseguí un empleo como cocinero en un restaurante de tortasahogadas (platillo popular de la ciudad de Guadalajara) y me pagaban$600.00 pesos por semana. ¡Eso sí era muy poco! Tenía que trabajar losfines de semana, y por si eso fuera poco, me tenía que levantar a las4:00am para iniciar a cocinar lo que llamamos carnitas.Ese empleo me llevó a experimentar por primera vez la peor escaseseconómica que se sufre en México como empleado.
Es algo horrible.Aun así, trabajé en el restaurante por un año y cuatro meses. Algunosde mis compañeros que sabían que yo hablaba inglés, me decían quepor qué no daba clases de inglés, a lo que les respondía que hablaringlés, y enseñar inglés, son dos cosas muy distintas. A parte eso de ponerme a estudiar o asistir a una escuela nunca me había gustado, y muchomenos me veía yo como profesor.
Un día me topé con un profesor de inglés y aproveche la oportunidadpara preguntarle cuánto ganaba por semana si se podía saber. Merespondió con gran orgullo, que ganaba $2,800 pesos.Por cierto, $2,800 ($140 USD) pesos por semana, se considera un gransalario aquí en Jalisco. La mayoría de la población sin educación académica, no gana ni los $2,000 ($100 USD) pesos. Cuando loescuché, pensé; ¡Ganaba casi 5 veces más que yo! Fue entonces cuandose despertó un gran interés de querer estudiar para convertirme en unprofesor de inglés.
A fin de cuentas, ya dominaba el idioma. Estabacansado de ganar una miseria.En esos días fui a visitar a mi madre, que por cierto mis padres ya sehabían jubilado y vivían en México, y mi madre me mostró un volantede una institución donde te certificaban para la enseñanza del idiomainglés. Ya motivado por lo que podía llegar a ganar como profesor,visité la escuela para preguntar por el curso del - Teacher Training -Pronto me entristecí al escuchar los costos de colegiatura.Era obvio que con mi sueldo, jamás podría pagarlo.
Como al paso deun mes, me quedé pensando en qué podría hacer yo para generar losuficiente para estudiar. Era una carrera a corto plazo que tan solo teníauna duración de 10 meses. Después de pensarlo bien, se me ocurrióuna gran idea. Mi idea fue emprender un pequeño negocio degelatinas y flanes. Cuando salía de mi trabajo, me ponía hacer gelatinasy flanes para vender al público.Salía a vender el producto a la calle y también en algunas tiendas deabarrotes (Tiendas pequeñas donde puedes comprar desde tortillas ocualquier producto para hacer las comidas sencillas del día.)
Después de unas semanas me fui aclientando (término popular paradecir que obtuve clientes), y por fin pude inscribirme para tomar lacarrera para convertirme en profesor de inglés. Poco antes de terminarla carrera, un profesor de inglés de la institución donde estabaestudiando, renunció. Y mi profesor fue tan amable en recomendarmecon el director de la institución para el puesto de aquel que habíarenunciado.
Al siguiente día, el director de la escuela me mandó llamarpara ofrecerme el puesto como profesor de inglés. Mencionó que yo había sido recomendado por mi profesor y que si meinteresaba trabajar con ellos. ¡Por supuesto que dije que SÍ!En esos días mi patrón del restaurante estaba algo incómodo conmigoporque en varias ocasiones habíamos tenido desacuerdos, y decidiódespedirme. Así que todo se fue poniendo en su lugar. Como dice eldicho; No hay mal que por bien no venga.
El director me dijo que al notener experiencia como docente, no me podría pagar lo que ganaalguien con experiencia. Me ofreció $75.00 ($3.75 USD) pesos por horay que después me aumentaría el sueldo según mis resultados.Aunque por fuera me miraba tranquilo, mientras escuchaba lo que medecía el director, en mi mente estaba brincando de alegría, porque paramí después de ganar $600 pesos por semana, pasar a ganar $75 pesosla hora, era una gran diferencia de sueldo. Aun así $75.00 pesos la horasumaban ¡$3,000 pesos por semana!
Entonces inicié mi primer empleo como profesor de inglés en launiversidad y me encontraba muy emocionado al respecto. En menosde un año mi sueldo se había multiplicado 5 veces en comparación alpuesto de cocinero, y además en tiempo de calor, disfrutaba que lossalones contaban con aire acondicionado. Así que me mantenía frescodurante todo el día. También tenía que llevar ropa de vestir y corbata y eso me hacía sentir que era alguien importante.
Me encantaba escuchar que los alumnos me dijeran “teacher oprofesor” y me encantaba poder ayudar a las personas a convertirseen personas bilingües. No cabe duda que el idioma inglés resulta serun gran beneficio para todos los que lo hablan en todo mundo sinimportar el país donde te encuentres.Como puedes ver, tanto a mi padre, a Rosa, a Martín y a mí, hablar elidioma inglés cambió nuestras vidas al mejorar nuestra situacióneconómica. ¡Tú también puedes cambiar tu vida y la de tu familia!
La motivación de mi padre, fue el vivir mejor. La motivación de Rosa,fue casarse con un estadounidense. La motivación de Martín, fueadquirir un puesto con mejores ingresos. Y mi motivación, fue resolvermi situación de escases y vivir económicamente mejor la familia.
El idioma inglés sin duda cambiará la forma en que vives. Solo que paralograr aprender el idioma inglés correctamente, es necesario quetengas un motivo real por el cuál quieres hablarlo. Ese motivo será tumotor para que inicies y termines el maravilloso viaje al bilingüismo.Tú puedes ser el próximo que tenga un gran testimonio de cómocambió tu vida por el echo de hablar el idioma inglés. ¿Tú qué opinas?¿Conoces a alguien a quien el inglés cambió su vida?De ser así, manda tu historia a: contacto@profesororozco.com
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